Home > Blog > Consejos > EULERIAN CONTEXT FLAG: Monetiza tus datos gracias al datalayer dedicado
Hace mucho tiempo, los editores se contentaban con un modelo de negocio sencillo, y un periódico valía tan solo unos céntimos. Con la era de la transformación digital, las cosas han cambiado mucho. De la venta de espacios de impresión a la monetización de los datos tan solo había un paso.
Tanto editores como anunciantes, los buscadores de oro ya no tienen ganas de escarbar para no encontrar sus pepitas. Hoy en día ya se han dado cuenta de las oportunidades que tenían a su disposición. El negocio en torno a la monetización de los datos es pues, para ellos, un camino interesante a tomar. ¿Cómo acceder? ¿Cómo vender sus datos a precio de oro?
Los retos
El primer reto es definir los datos que podrían presentar un interés real a la hora la venta. Para los editores, por lo tanto, se tratará de recoger datos relacionados con el interés de los internautas por cierto tipo de contenido (ya sea en función del tema o del formato: artículo, video, etc.). El segundo reto está en valorar estos datos.
¿Cómo valorarlos? Con Eulerian Context Flag
Llamamiento a editores y anunciantes: vosotros que queréis monetizar, si no lo sabíais ya, tenéis la posibilidad de marcar y calificar a vuestros usuarios gracias a un datalayer (un conjunto de variables que permite recopilar los datos de cada una de las páginas de vuestros sitios web) especialmente diseñado para ello.
Para ello, dispondréis de variables específicas: los Context Flags.
Como su propio nombre indica, éstos permiten marcar (“to flag” en inglés) la afinidad de un internauta por las páginas de vuestra elección, y se pueden cruzar libremente con los criterios de recencia y frecuencia en el momento de la creación y activación de audiencias.
¿Y para los anunciantes qué supone?
Imaginemos que una compañía aérea quiere monetizar sus datos relacionados con la intención de realizar un viaje de sus internautas (es decir, gente que ya haya mostrado interés en querer ir a algún sitio).
Escenario A: el usuario X ha realizado tan solo una búsqueda a un destino exótico, y de eso hace ya 15 días. Podemos asumir que no está todavía realmente decidido a irse.
Escenario B: el usuario Y ha realizado la misma búsqueda todos los días durante los últimos siete días. Podemos estimar que la probabilidad de que compre un billete a este destino es extremadamente alta.
Ambos escenarios son monetizables, pero en el segundo los datos se venderán a un precio mayor a, por ejemplo, una cadena hotelera con alojamientos en el país de destino, ya que la intención de viajar de este usuario es mucho más pronunciada (es evidente que no tiene ninguna duda, si hace varias búsquedas es para dar con el mejor precio). Así, una vez calificado el usuario, su perfil se valorará en función de criterios de frescura y de repetición que pueden definirse gracias a los parámetros de recencia y frecuencia en los módulos de segmentación y activación.
¿Y para los editores?
Tomemos como ejemplo un editor que quiera monetizar una audiencia de lectores de noticias deportivas. Gracias al Context Flag, durante la visita de un internauta a la página que resume los resultados del fin de semana de los partidos de la liga inglesa, el editor podrá marcarlo como “Deportes”, así como “Fútbol” y “Liga inglesa”, al mismo tiempo que califica la repetición. ¿Se trata de un verdadero fan de la liga inglesa o de un simple internauta curioso?
Para un anunciante, como por ejemplo una empresa de telecomunicaciones con servicios de televisión e internet, será extremadamente interesante tener acceso a esta base de datos para lanzar campañas de promoción de su “Pack Deportes” y anunciar la exclusividad de sus derechos sobre los partidos de la liga inglesa.
La definición de «perfil» se encuentra hoy en el centro de cualquier estrategia de monetización. Ahora es el momento de valorar al máximo dichos perfiles.
El uso de un datalayer dedicado a la monetización, como Eulerian Context Flag, para calificar la recencia y la frecuencia de los datos permitirá guardarse un interesante as bajo la manga en las negociaciones más competitivas.
